Efectos económicos de la nueva ley laboral
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Erik Haindl
Las reformas contempladas en la nueva ley laboral que se encuentra en estudio en el Congreso cambian el equilibrio general de nuestra economía. En efecto, nuevas disposiciones como la titularidad sindical y el no reemplazo en huelga, entregan a los dirigentes sindicales un poder omnímodo para fijar las remuneraciones que crean más convenientes. Las empresas no tendrán otra cosa que acatar las remuneraciones que establezcan sus dirigentes sindicales.
Si suponemos que los dirigentes sindicales ejercen este poder para maximizar los ingresos de sus asociados, presionarán por un alza de remuneraciones en sus empresas respectivas, hasta que la demanda por trabajo alcance una elasticidad unitaria.
Se pueden prever los siguientes efectos para la economía:
1) Las industrias más intensivas en capital tienen curvas de demanda por trabajo más inelásticas. Estas son las que deberían presentar las mayores alzas de remuneraciones, hasta alcanzar una elasticidad unitaria. Las industrias más perjudicadas deberían ser las del sector de Electricidad, Gas, Agua, la Minería, la Banca y la Industria Manufacturera intensiva en capital. El efecto debería ser menor en las industrias intensivas en trabajo y en el sector servicios.
2) El aumento se remuneraciones reales se logrará acomodándose a lo largo de la curva de demanda por trabajo, por lo que se reducirán los niveles de empleo y aumentará la tasa de desocupación.
3) Se segregará el mercado del trabajo. La misma persona, con las mismas calificaciones, recibirá una remuneración completamente diferente en los distintos sectores de la economía, dependiendo de los resultados de cada negociación, y del sector de la economía a la que pertenezca, lo cual inducirá a una mala asignación de recursos en el factor trabajo.
4) La segregación del trabajo generará un fuerte elemento de desempleo cuasi-voluntario a la Harberger, por lo que se generará un desempleo estructural significativo.
5) Se afectará la rentabilidad del capital. Las industrias que terminen con las mayores alzas de remuneraciones verán deprimidos sus pagos al capital. Esto reducirá fuertemente la rentabilidad de esos sectores, los que deberían contraerse en el mediano y largo plazo. Esta contracción se materializará a través de una caída importante en la inversión.
6) La caída de la inversión generará un efecto multiplicador importante, que agudizará la desaceleración de la economía y reducirá el crecimiento en 2016.
7) Las empresas pequeñas que no tengan sindicatos mejorarán su competitividad. Estas no tendrán ningún incentivo a crecer, ya que si lo hacen perderán su ventaja competitiva.
8) La distribución funcional del ingreso se cargará hacia el trabajo y en contra del capital.
9) Las innovaciones tecnológicas tendrán un fuerte sesgo ahorrador de trabajo, por lo que la capacidad de creación de trabajo futura de la economía se reducirá.
10) La mala asignación de recursos en el trabajo y en el capital que se inducirán, arrastrarán a la economía hacia el interior de la frontera de transformación. Esto reducirá el PIB potencial y hará que todos los chilenos seamos más pobres.